El señor del mundo
Este diseño es una sutil reinterpretación del trabajo que se realizó para Felipe II en 1580, durante el cénit de la expansión ultramarina española durante su reinado. Los humanistas de la época vinculan la estampa (un logotipo ya bastante moderno en su día) a la narrativa y las conquistas de Alejandro Magno. Se describe a un pegaso con las alas vistas y en cabriola sobre la esfera terrestre que, a su vez, se adorna con la cita “non sufficit orbis”.
El pegaso
Plasmado en pose de corveta, es un animal por cuya sangre fluye en grado sumo la nobleza, la sensi-bilidad y el eco infinito de lo solemne.
Según la tradición mitológica este corcel alado, salido de la sangre de la gorgona Medusa, es de prodigiosa entrega o, lo que es lo mismo, tiene un vigoroso corazón. Pero que únicamente puede ser domado por hombres de piedad y capacidad de sacrificio. Elementos, todos ellos mencionados, en relación directa con la personalidad del propio monarca.
``(...) no solo había conservado sus dominios sino que los había aumentado enormemente; había detenido la marcha arrolladora del Islam en el Mediterráneo; había impuesto al protestantismo las fronteras que en adelante no podría traspasar; había realizado, con la Unión Ibérica, la gran aspiración de los Reyes Católicos; había continuado la expansión hispánica por el Pacífico (...)``
La esfera terrestre
Representa la globalidad, el Imperio “donde no se pone el sol”. Los dominios heredados por Felipe II de su padre, Carlos V, eran de por sí formidables. Pero la anexión de Portugal y sus colonias hizo de la Monarquía Hispánica el más vasto Imperio de la historia humana.
Se pone así de manifiesto que los territorios gobernados por el Rey son tan infinitos como los propios descubrimientos que se estaban llevando a cabo en aquel tiempo de irrefrenable sed de conocimiento.
“Non sufficit orbis”
En latín tiene dos variantes en su significado. Son: “El orbe no basta” o “El mundo no es suficiente”. Denominación, por cierto, que a muchos les retrotraerá al título de la novela, con licencia de Ian Fleming, sobre el agente 007.
Se destaca la ambición política de Felipe II, cuyas cotas de dominio cosmopolita no le resultaban aún idóneas para la estructura de vanguardia política que estaba llevando a cabo desde San Lorenzo de El Escorial.
El cielo
Dentro del contexto figurativo que tiene la ilustración, unas nubes conforman un juego compositivo entre las letras de la propia cita y el pegaso. Esto hace clara referencia a la dualidad de atributos convivientes en la figura de un Rey como era Felipe II, lo divino (o celestial) con las virtudes de un gobernante en la tierra.
Productos de Felipe II
Relacionados el monarca que rigió el único imperio pentacontinental de la historia, en un contexto geopolítico de apasionante complejidad.