Lezo y la Batalla de Cartagena
Este diseño sobre el Almirante don Blas de Lezo y Olavarrieta que presentamos es todo un merecido tributo al hombre que logró defender el corazón ultramarino español. La campaña bélica, que fue tácticamente asombrosa, cuenta durante la contienda con el Virrey Sebastián de Eslava y las tropas destinadas en la ciudad de Cartagena de Indias, cuyo grueso estaba formado por nativos flecheros y soldados novohispanos.
Juntos, con Lezo liderando la defensa, se detuvo una compleja acción de ataque inglés que buscaba desestabilizar el comercio americano, haciendo colapsar el Virreinato de Nueva Granada y, por consiguiente, Perú; así como las comunicaciones marítimas entre el Atlántico y el Pacífico.
Breve contexto: ¿Quién fue don Blas de Lezo?
Marino nacido en la bella localidad guipuzcoana de Pasajes (España) que, con apenas doce años de edad, fue enviado a Francia para estudiar. Allí, se alistó en la Armada gala y desde allí comenzó una vida que ya no le apartaría de la mar hasta el final de sus días. Muy pronto, se vio inmerso en la Guerra de Sucesión Española (1701 – 1714).
En el marco de hostilidades desarrollado durante los años de aquel conflicto, perdió primero una pierna (Vélez- Málaga) y después un ojo (Socorro de Tolón). No tenía aún ni dieciocho años. Algo de tiempo después, ya con veinticinco cumplidos a su espalda y en el sitio de Barcelona, se quedó con un brazo inservible. Sin embargo, todas estas secuelas de fuego no le quitaron al bueno de Lezo ganas de seguir en la mar.
Así las cosas, nuestro protagonista siguió sirviendo a las órdenes de Felipe V en aventuras que le llevaron por gran parte del Mediterráneo pero también, y sobre todo, por el Caribe. Será América la encargada de encumbrarle como héroe incontestable para la posteridad.
``Su tumba es toda la ciudad. Todo el virreinato de Nueva Granada, toda Colombia. Toda la América Española. Es obra suya que aquí la lengua siga siendo la misma que, en un lejano día del s.XVIII, escuchara don Blas de Lezo al desembarcar en Cartagena de Indias``.
La batalla: prolegómenos
Un guardacostas español, Juan León Fandiño, captura al contrabandista inglés Robert Jenkins y le corta la oreja, advirtiéndole de que lo mismo haría a su rey inglés si se atreviese a volver a rapiñar en aguas de la Monarquía Hispánica. El hecho de que Jenkins mostrara su oreja cortada en la Cámara de los Comunes en su regreso a Londres, explicando la amenaza recibida, fue el pretexto ideal para dinamitar los convenios acordados en Utrech al término de la Guerra de Sucesión. Y es que Inglaterra llevaba tiempo buscando la manera de hacerse con un control total de la América española.
Como escarmiento y tras un ataque a Portobelo en 1739, donde los británicos probaron suerte, el almirantazgo anglosajón ideó un golpe definitivo: atacar la yugular del Imperio ultramarino español en Cartagena de Indias, un floreciente cruce de arterias comerciales. Para ello, y ya en fecha de 1741, decidieron no escatimar en gastos. Enviaron desde Jamaica 186 navíos y 23.600 hombres a las órdenes de Eduard Vernon, quien estaba muy confiado a tenor de las, en apariencia, exiguas fuerzas que le esperaban en el corazón del Caribe: apenas seis barcos y 3.000 hombres. Vernon no sabía que iba a tener un problema. Y es que allí le esperaba don Blas de Lezo
El diseño
Tal y como se puede observar, el dibujo se compone de diferentes fragmentos que pasamos a describir a continuación:
Como base de fondo o telón del escenario, aparece el aspa de borgoña. El símbolo por antonomasia del Imperio Español que llega a nuestro país a través del enlace matrimonial entre la reina Juana de Castilla y Felipe “El Hermoso”, durante el crepúsculo del siglo XV. Fue en ultramar la imagen o estandarte de los diferentes virreinatos.
En los extremos figuran palmeras que, además de decorar el conjunto de modo perspicaz, hacen de elemento aglutinante entre los diferentes fragmentos del diseño. Alimentan la ventana narrativa con la flora arquetípica del paisaje existente en tan bella tierra hispanoamericana.
En el centro del dibujo, a modo de parteluz, se erige una columna rematada con corona y flanqueada por dos leones rampantes. Este grupo de elementos es una sutil reinterpretación del blasón que Felipe II otorgó a la ciudad de Cartagena de Indias en 1574.
En los extremos pueden observarse navíos en sombra, referencia directa a la batalla que conmemoramos. No podían faltar,por la trayectoria naval de Lezo; pero tampoco por la resonancia del estrepitoso fracaso de la escuadra comandada por Vernon, que se estrelló una y mil veces contra las defensas de la ciudad.
Para rematar lo mostrado, decidimos enmarcar el ala inferior del diseño con la bandera del Reino Unido, siendo sometida a la contundencia de la victoria española en Cartagena de Indias, representado por la pisada de los leones y la consistencia enhiesta de la columna.
Libros relacionados con Blas de Lezo
Libros recomendados sobre Blas de Lezo y otros hechos de la Historia de España