Descripción
Lámina de 30 x 40 cm.
Con este trabajo Legado Hispánico quiere tributar al almirante de la Real Armada y arquetipo de la alta nobleza que desempeñó su carrera profesional en la órbita naval de la Monarquía Hispánica: don Federico Gravina
Hijo de una familia de aristócratas sicilianos, no tardó en despuntar gracias a su audacia en el Colegio de Guardiamarinas. Muy pronto, como alférez primero y capitán de fragata después, dejó sentir su valía en el contexto de acciones bélicas como el Asedio de Gibraltar o la recuperación de Menorca.
Pasó a estudiar también en Inglaterta aprovechando esos conocimientos para la remodelación de los arsenales españoles, así como otros menesteres propios de la ingeniería naval del momento. Gravina fue el encargado de acercar posiciones entre España y el Imperio Otomano después de más de dos siglos con un viaje diplomático a Constantinopla mandando por Carlos III y fue, asimismo, embajador en París.
Combatió en Trafalgar a bordo del Príncipe de Asturias junto a Antonio de Escaño.
Lo hizo tras fuertes desencuentros con la táctica escogida por Francia para la batalla. Sobrevivió a la contienda falleciendo un año después por las heridas contraídas en la misma.
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